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junio 13, 2023

I. JESÚS LLAMA SIN EXCLUIR A NADIE

Sobre Marcos 1, 14-20


Hasta hace relativamente poco tiempo, y desde niño, me aterraban las frases como la del pasaje de hoy en Marcos 1,14, “se ha cumplido el tiempo”, y todas las que hacen referencia al fin de la existencia, del mundo, de la vida. 
Incapaz de expresar ni contar quién era yo de verdad, escondido tras un disfraz que me permitía pasar inadvertido, empapado de culpabilidad por sentir diferente, convencido de vivir condenado porque todo apuntaba a que los homosexuales estábamos destinados al infierno… todo eso hacía que pensar en ponerme ante Dios me angustiara.
Me costó mucho descubrir que en esa frase Jesús se refería más bien a que acababa la época del miedo, porque Él estaba iniciando una revolución en la que por descontado todas y todos estábamos llamados a ser abrazados y amados por el Padre, sin preguntas.
Jesús tampoco preguntó nada a los pescadores que llamó a seguirle. No les hizo exámenes, ni tests psicológicos para averiguar si su afectividad cumplía las normas, ni entrevistas personales que le convencieran de que estos hombres eran fiables. No pidió cartas de recomendación ni curriculum vitae. Sólo les llamó.
Para seguir a Jesús sólo es necesario convertirse y creer en la Buena Noticia. Para mí -y para muchas personas LGBTIQ+ a las que casi aplastaron la fe y tuvimos que recuperarla a base de esperanza-, primero fue volver a creer en la Buena Noticia, re-descubrirla en plenitud, y luego, enseguida, convertirme en un hombre que se sabe querido por Dios y, por eso, es capaz de volver a quererse y a respetarse a sí mismo.
“Creed y convertíos” es una llamada a volver al Padre continuamente. Cada vez que alguien intenta ofuscarnos declarándonos ajenos al plan de Dios, recordamos que Jesús no hizo más que tocar el hombro de esos pescadores de una forma tan suave como lo hace continuamente con nosotras y nosotros.
Ahora, junto a otras personas con experiencia vital muy similar a la mía, tras una travesía escondido como Jonás en el interior de una ballena, toca anunciar la Buena Noticia porque efectivamente llega el final de los tiempos en los que ser diferente significaba estar condenado al desprecio o a la condescendencia. 


Cuando entregaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a proclamar de parte de Dios la buena noticia.
Decía: Se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios. Enmiéndense y tengan fe en esta buena noticia.
Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su hermano Andrés que estaban echando una red en el lago, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en su barca repasando las redes, y en seguida los llamó; dejaron a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

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